En 1988, por iniciativa de la Lic. Ana Maldonado, el presbítero Sigifredo Agudelo Cifuentes quien debido a su preocupación por la historia y cultura de Galapa había reunido un número considerable de piezas arqueológicas, conoce al señor Lázaro Cotes Cotes, y desde ese momento, se empiezan a sentar las bases que permitirán darle forma a la creación del Museo Arqueológico de Galapa. Entre 1988 y 1990, el arqueólogo Lázaro Cotes inicia trabajos de clasificación de las piezas de padre Agudelo y adelanta la profilaxis de lo que sería la colección arqueológica del Museo de Galapa.
En ese momento, la colección reposaba en la Casa Agudelo y en 1992, Clemencia Plazas, Directora del Museo del Oro; Carmen Arévalo, secretaria de Planeación del Atlántico y Gustavo Bell Lemus, visitan el inmueble y se establece el compromiso institucional de hacer realidad de la Casa de la Cultura de Galapa.
En 1993, fallece el Padre Agudelo y la colección pasa a custodia de la familia Cotes, dos años más tarde se inician las obras de construcción la Casa de la Cultura de Galapa, donde funcionaría el museo. En 1999, se inician los trabajos de conservación preventiva de la colección arqueológica del padre Agudelo, financiado por la administración de José Vargas Palacios.
En 2004, la Fundación Agudelo y la familia Cotes Cotes entregan al municipio de Galapa, a través de escritura pública, las colecciones arqueológicas que tenían bajo su custodia con el objetivo de formalizar la creación del Museo Arqueológico de Galapa, creado por Acuerdo del Concejo Municipal No. 006 del 21 de agosto de 2007.
La Gobernación del Atlántico comprometida con la puesta en marcha del Museo destina recursos entre 2005 y 2008 al municipio para su montaje. Luego, en 2010, se registra la colección arqueológica de Galapa ante el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y se obtiene el certificado de tenencia oficial, en el marco del convenio suscrito entre la Gobernación del Atlántico y la Universidad del Atlántico para realizar el Inventario y Registro del Patrimonio Cultural del Atlántico. En el año 2011, se presenta el proyecto de Fortalecimiento del Museo Arqueológico de Galapa, obteniendo el aval del Consejo de Patrimonio Cultural del Atlántico y del Ministerio de Cultura. En 2012, la Secretaría de Cultura y Patrimonio del Atlántico suscribe convenio con la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta -CLENA para la ejecución del proyecto de fortalecimiento del MUGA, en el proceso de diseño museográfico y plan museológico participaron los antropólogos Lázaro Cotes, Johnny Meca, Álvaro Martes y se contó con el apoyo de otros académicos e instituciones.
Finalmente, el MUGA abre sus puertas al público el 23 de marzo de 2013, consolidando un proceso de más de 20 años de esfuerzos. El MUGA, cuenta con la colección arqueológica municipal más grande del departamento del Atlántico, son más de 5.000 piezas de cerámica, lítica, orfebrería y óseas pertenecientes a las culturas Tairona, Zenú y Mocaná.
Y trabaja para consolidarse como una institución abierta al servicio de la sociedad con el propósito de estudio, educación, investigación, comunicación y deleite, que permita el fortalecimiento de la historia local y de la capacidad productiva de la comunidad, reforzando valores e identidades, con un criterio dinámico que responda a los cambios y desafíos de la sociedad actual.
Debido a los logros cosechados desde su reapertura, en 2018, el MUGA inicia trabajos de renovación museográfica y ampliación de su zona de reserva. La actual exposición permanente, inaugurada en diciembre de 2019, es una ventana que nos permite acercarnos a los primeros grupos humanos que habitaron los territorios que hoy componen el Departamento del Atlántico. La exhibición responde a lineamientos museológicos que buscan que el visitante recorra libremente el espacio y realice sus propias interpretaciones, motivándolo a que luego profundice en los temas de su mayor interés. Además de las nuevas tecnologías en las que se apoya para un guion más dinámico, el MUGA ha incluido en su exhibición una muestra representativa del oficio artesanal de este municipio, conocido por las máscaras asociadas al Carnaval de Barranquilla y la cestería en bejuco del corregimiento de Paluato.
La nueva sala permanente además de las vitrinas de exhibición arqueológica y etnográfica, cuenta con un mapping del petroglifo de Piedra Pintada, un sitio de arte rupestre de gran importancia cultural para el país; un mapa histórico interactivo del departamento del Atlántico. Asimismo, el MUGA amplió su ceramoteca, un espacio destinado para la reserva de la colección que está disponible para todos los investigadores especializados en el tema.
Esta renovación museográfica constituye un logro más para la gestión que adelantó la Dra. María Teresa Fernández en los museos del departamento, y consolida al MUGA como uno de los principales espacios para la apropiación social del patrimonio arqueológico del Atlántico.
En el renovado MUGA, no sólo encontraremos un museo arqueológico, viviremos una experiencia integral que nos acerca al pasado y nos ayuda a entender nuestra realidad actual como pueblo caribeño.
El Museo Arqueológico de Galapa –MUGA ha sido concebido como un espacio que permite condiciones de respeto, equidad, libertad, inclusión, que fomenta el desarrollo humano tanto en lo social como en lo cultural, que promueve la diversidad cultural, pero que sobre todo se nutre de la participación de la comunidad en los procesos de salvaguardia del patrimonio cultural de la Nación. Tiene como misión integrar a la comunidad galapera al desarrollo cultural del departamento, mediante la sensibilización y estímulo a los valores patrimoniales como sentido de pertenencia e identidad. Convirtiéndose en un instrumento de apoyo a la formación y fortalecimiento del individuo a través de un ejercicio colectivo.
El Museo Arqueológico de Galapa –MUGA se proyecta como ente promotor del desarrollo cultural sostenible del departamento. Para el año 2024 deberá constituirse en un oferente de una experiencia auténtica para los visitantes por medio de la incorporación activa de la comunidad en el quehacer museal, una institución abierta al servicio de la sociedad con el propósito de estudio, educación, investigación, comunicación y deleite, que permita el fortalecimiento de la historia local y de la capacidad productiva de la comunidad, reforzando valores e identidades, con un criterio dinámico que responda a los cambios y desafíos de la sociedad actual.